jueves, 7 de mayo de 2015

El último carnaval de Menchu Garcerán

Venecia es una ciudad única en el mundo. Aunque a lo largo de mi relativa corta vida he visto varias ciudades con canales (Amsterdam y Birmingham) Venecia es la única ciudad que yo conozco que parezca posada sobre las aguas.

La convivencia con el medio acuático es absoluta, nunca puedes perder de vista el agua, que hace la función de medio de transporte público pero que también entraña el peligro de las inundaciones. Es por ello un escenario idílico para la literatura, y en concreto para las historias de amor.

El último carnaval es un libro situado en la Venecia actual, donde las relaciones de poder entre familias aristocráticas siguen el curso que tomaron hace siglos. Gabriela, una joven española, descendiente de venecianos, recibe un legado de una abuela lejana suya. Esa mujer huyó de Venecia tras un escándalo que nunca se pudo resolver y que implicaba a su prometido.

Su misión es descubrir cuál fue el escándalo que hizo huir a su antepasada. A pesar de la dificultad del asunto Gabriela empieza a tener visiones que la trasladan a la Venecia de su antepasado y le advierten constantemente sobre el peligro de relacionarse con ciertas familias....

La historia de amor es bastante predecible pues está jugando al eterno amor-odio que se tienen la descendiente de Gabriella y el descendiente de su fallido esposo. Es un tejemaneje en el que entran terceras personas que juegan el papel de eternos malvados.

Lo más interesante ha sido el reflejo de la sociedad aristocrática veneciana actual. Todos los personajes son herederos de las grandes familias del libro de oro veneciano. Eso implica que, además de un apellido con solera, poseen palacios que han de mantener.

El problema de la vida en Venecia, de la movilidad y de la afluencia de turistas y los problemas de patrimonio está presente en el libro. No tanto como me gustaría, pero ahí esta. 

En definitiva, es una historia bastante potable para los amantes de las historias románticas. En cuanto a estilo no es nada del otro mundo pero la historia en sí se lee con facilidad. Y el hecho de que esté ambientada en Venecia para mí siempre es un punto a su favor.

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