viernes, 28 de febrero de 2014

El Tesoro de Miguel Delibes o Roa-Gamones

Hace casi un mes tuve un congreso en mi universidad sobre Legado de la Antigüedad. Yo hablé de cine histórico y del legado de la película 300 a la historia del cine, pero una compañera habló de este libro. Como me encantó su conferencia lo reservé y después de una odisea, pues es un libro de Delibes muy desconocido, lo he conseguido leer.
 
Nos cuenta la historia de Jero, un arqueólogo de inicios de los años 80 al que le llaman para dar contexto arqueológico a un tesoro de oro que ha aparecido en un pueblo manchego. El tesoro escondido en una vasija ha sido encontrado en un cortafuegos del imaginado pueblo de Gamones por un señorito del pueblo de al lado. Y los ánimos están muy alterados.
 
Jero tiene que excavar junto con su equipo de estudiantes una pequeña cata para localizar una cabaña asociada al tesoro, pero se encuentra con la violenta oposición de los aldeanos que les obliga a salir corriendo.
 
Es un canto al atraso español en los ambientes rurales hasta los tiempos actuales. Al desprecio por la cultura, por el pasado y por todo lo que no forme parte de la vida cotidiana del pueblo. Se ve como se encuentran dos mundos, por un lado los arqueólogos de ciudad, que han de lidiar con las rencillas entre pueblos y las envidias. Lo único que preocupa  a los aldeanos es cobrar la indemnización que les correspondería por el tesoro, y sobre todo que no la cobren los del otro pueblo.
 
También aparece la figura del erudito local, que en este caso es Don Virgilio. Es el sabio popular que ha publicado sus dos articulitos sobre la historia del pueblo y que es respetado por todos. Don Virgilio ya ha fallecido, pero su recuerdo permanece en la memoria.
 
Me ha encantado, no solo por ser un libro excelente sino porque me recuerda mi pueblo Roa de Duero. Fue un castro preromano, una fortificación medieval, sede de la corte en determinados momentos, cabeza de partido y residencia de la familia Beltrán de la Cueva, lugar de ajusticiamiento del empecinado durante la Guerra de Independencia y los años inmediatos y un montón de anécdotas más. Pues bien, estamos ante una visión castellana de Gamones.
 
Todo lo que se sabe del pueblo es porque hace años un hijo del pueblo estudió Historia e hizo una minimonografía que está en el sótano de la biblioteca de mi facultad. En ella se muestra como a lo largo de los años 50 y 60 todo hallazgo arqueológico fue masivamente destruido por los habitantes del pueblo, como una necrópolis visigoda. La muralla, que se conservaba en  buenas condiciones esta a punto de desaparecer, yo, que soy muy joven, he visto partes caerse y sobre todo, no hay mucha preocupación por esos temas.
 
Ahora les han abierto un parque arqueológico, proyecto que ha tardado más de 10 años en consumarse y que tuvo la desgracia de ser atacado por unos vándalos adolescentes de borrachera....
 
Quiero mucho a mi pueblo, pero si bien va mejorando con los años, aún se parece demasiado al Gamones de Delibes.

El hobbit de Tolkien

La saga de El señor de los anillos es la más famosa de la historia de la literatura. Incluso obras mucho más recientes como Juego de Tronos, que han sido best sellers están muy lejos de los ejemplares vendidos por este estudiante de Oxford que se inventó un mundo fantástico.
 
Yo lo conocí cuando se hicieron las películas, era joven, iba al instituto...hace mil años. Y me engancharon. De hecho, confieso que aún a veces llevo mi anillo de plata de El Señor de los anillos y que algún día que me de la neura me compraré un colgante como el de Arwen que he visto en tiendas frikis...
 
A raíz de la segunda saga, que pretende narrar en 10 horas de película un libro que no llega a las 300 páginas (inventando, inventando e inventando) me he animado a leer la precuela al Señor de los anillos, por ello de contrastar y porque de vez en cuando a uno le entra la curiosidad.
 
Ha sido un libro accidentado, lo he empezado como cuatro veces sin pasar de la reunión inicial de la expedición, que es por cierto aburridísima, luego me robaron el ebook por lo que tuve que echar mano del ejemplar de mi hermano y por fin acabarlo.
 
Conclusión; además de las visicitudes sufridas no es más que un cuentecito, y bastante ñoño para mi gusto. Es la historia de la aventura de un hobbit que va a matar a un dragón con un grupo de enanos, al más puro estilo de los cuentos de los hermanos Grimm. Brilla por su ausencia el carácter épico de la saga y la fuerza de los personajes. Los enanos son un batiburrillo de iguales donde ninguno nos dice nada, Gandalf está en su mundo y Bilbo directamente parece un poco corto de miras. Luego tenemos el problema de que el objetivo final, que es matar al dragón se resuelve de una forma un poco ambigua y que no hay un fin claro. ´Desde mi punto de vista ha sido una decepción (pasaran muchos años antes de que me lea el Silmalirion que por lo visto es un relato cosmogónico del la Tierra Media)
 
Ya que he visto las dos primeras películas me acercaré a ver la última (aunque no creo que las vuelva a ver en 3D y a 48 frames)...a ver como resuelven un final tan decepcionante.

viernes, 21 de febrero de 2014

Excurso Eva Luna...y Rubén Darío


Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:

Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».

Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor. 
* * *

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Nunca me gustó demasiado este poema...en su momento me pareció ñoño y falto de sentido. Claro que los tiempos eran mejores, el mundo parecía que crecía y, sobre todo, yo era una adolescente.
 
Rubén Darío evocó los países imaginados y los reinos imposibles escapando de la realidad que lo atormentaba, por eso contó un cuento a Margarita. Por eso la princesa sube al cielo y por eso es tan complejo de analizar.
 
Ahora que el mundo vuelve a estar patas arriba parece que evoquemos países imposibles de nuevo, por eso quiero poner el poema de Margarita, por la importancia que tiene en nuestra vida recurrir de vez en cuando al escapismo...

Eva Luna de Isabel Allende

En mi familia hay una fan incondicional de Isabel Allende, es mi tía Almudena. Ha leído fervientemente todo lo que cae en sus manos de la autora chilena. A los demás también nos gusta, pero no tanto...
 
Si algo me gusta de Isabel Allende es su capacidad narrativa. El momento que evoca en sus historias y el aire místico que rodea siempre a sus heroínas me deja clavada delante del libro. Creo que le hace falta descripción y sosegamiento en la narración. A veces me parece un tanto atropellada.
 
Eva Luna es una joven hija de una criada y de padre semidesconocido que tiene que arreglárselas en la vida como puede tras la prematura muerte de su madre. Le toca vivir en la Sudamérica de principios del siglo XX con las dictaduras y los problemas de razas, la homofobia y los negocios sucios de la prostitución. Se nos presenta un país en construcción, donde las libertades se respetan a ratos, el pueblo esta preocupado en sus quehaceres y no se preocupa demasiado por los demás.
 
El nacimiento de la guerrilla será determinante en el desarrollo de la conciencia social de un pueblo de indígenas analfabetos sin oportunidades.
 
Me han gustado dos escenarios del libro, el mundo de los suburbios y la prostitución, con su absurda falsedad y sus negocios de tapadillo y el mundo de los pueblos perdidos en la selva, donde no hay nada que hace con las habladurías y las oportunidades son las justas.
 
Encuentro un poco fallida la historia de amor de Eva Luna con el hindú del pueblo perdido, pues tras una larguísima introducción se queda la historia inconclusa. Pero así es la vida, a veces esperamos algo tanto que cuando llega no es como esperábamos.
 
Reconozco que cada día me gusta mas Isabel Allende, sobre todo el misticismo que desvelan sus libros. Al principio no me gustaban mucho los ambientes fantásticos, pero con el tiempo he aprendido a saborear el misterio de lo sobrenatural y de lo que no tiene explicación. En eso esta autora me recuerda a Rubén Darío y a los modernistas, con sus deseos de escapismo y búsqueda de la belleza en lugares exóticos. Con la realidad que a veces nos rodea a mí a veces también me gustaría ser Margarita...o Eva Luna.

domingo, 16 de febrero de 2014

La isla de los cazadores de pájaros de Peter May

Tenía pendiente escribir la reseña sobre este libro...pero entre unas cosas y otras.

El título no dice con respecto al argumento del libro. Estamos ante una novela negra, de esas que tan de moda estuvieron a raíz de los bestseller de Stieg Larsson y que ya no se ven tanto.

En un pueblo remoto irlandés aparece el cadáver colgado y destripado de un paisano bastante odiado. El caso es encargado a un policía de la ciudad, ya que él mismo pasó su infancia allí. El policía habrá de reencontrarse con su pasado perdido, con sus amigos abandonas y asumir la reciente muerte de su hijo de 5 años en un accidente. Tendrá que rememorar las partidas de cazadores de buga, una especie de pájaro que se caza durante 15 días en una isla desierta y que supone el mayor acontecimiento del pueblo.

No quiero contar más porque da mucha rabia saber demasiado cuando es una novela negra.

Me ha gustado especialmente la atmósfera que refleja el libro. Es un pueblo miserable  y ultracatólico, donde desde la tarde del sábado la vida se interrumpe. Son gentes pobres, miserables y asqueadas de su propia vida que envidian al policía que tuvo el valor para escapar a tiempo. 

El libro se divide en dos partes entremezcladas, un capítulo esta dedicado al tiempo presente y a la resolución del caso y el siguiente es un flashback de la infancia y adolescencia del protagonista.

Los personajes son muy profundos, evolucionan a lo largo de la novela y demuestran su falta de afecto y de expectativas. Muchos de ellos son tan miserables que dan pena al lector. Se mezclan las mentiras y las medias verdades que se dijeron en la adolescencia y aún están latentes junto con las vidas frustradas de los adolescentes de ahora. 

En definitiva, hay una cosmogonía de personajes, a cual más completo que embaucan al lector. Y sobre todo, no es nada fácil dar con el asesino

sábado, 8 de febrero de 2014

Cambios

Mis abuelos están cambiando su vida. Hace menos de un mes les concedieron la residencia.  La pidieron hace casi 5 años, pensando que iban a tardar al menos 10 en dársela. La pidieron a escondidas, con nocturnidad y alevosía, en un acto que yo considero muy valiente. Nos lo comunicaron cuando ya estaba todo hecho, provocando ofensas y mosqueos variados. Pero el día ha llegado, ya han pasado la revisión médica y han tenido que entrar.
 
Casi me da algo al ver sus caritas entrando en su nuevo hogar, que está muy muy lejos ( en sus términos espaciales) del que ha sido su barrio durante 50 años. No obstante ha sido su decisión.
 
No puedo dejar de dedicar este post a la valentía y coraje que han demostrado. Me han hecho plantearme si yo misma, que presumo de valiente, sería capaz de pedir una residencia para mí misma y saber quitarme de en medio. Por que todos sabemos que la gente mayor está mejor allí, pero es una decisión muy dura de tomar. Imagínate lo difícil que es tomar esa decisión para tus padres, más dura ha de ser tomarla para ti mismo.
 
Aceptar que te haces mayor, que ya no estás como antes y que la vida comienza a llevarte cuesta arriba, y tú cada vez tienes menos aire y te sientes más cansado.
 
Admiro su valentía, su tesón y sus fuerzas, pues lo han hecho solos. Ahora debemos esperar a que se hagan de nuevo su hueco en la sociedad de la que ahora forman parte, y disfruten de esta nueva etapa de su vida. Para mí lo mejor es que están juntos y, aunque su deterioro físico no es el mismo ambos han de pasar por esto. Hace muchos años comenzaron una vida juntos, en unas circunstancias muy difíciles. Supongo que esto les unirá aún más, en esta nueva etapa de su vida...
 
Nosotros también nos estamos adaptando, entre la pena y la impotencia muchas veces no sabemos qué decir, ni qué hacer. Acostumbrados a verles mayores pero sanos, siempre dispuestos a ayudar y sobre todo siempre allí con una sonrisa. Nosotros también nos estamos adaptando al cambio....en definitiva...cambios

Me acuerdo de mi blog

Últimamente me acuerdo mucho de mi blog. Me acuerdo de él cuando voy en el cercanías, cuando entro a clase de alemán, cuando tengo un curso.
 
Me acuerdo de él con nostalgia, de cuando podía escribir por las tardes en él, de la periodicidad de la rutina de mi vida lanzada a la inmensa red de internet.
 
Me acuerdo, me acuerdo y me vuelvo a acordar pero cada vez escribo menos....es una pena que me cueste recordar cual ha sido el último libro que he leído, cual ha sido la última película. Digamos que estoy en medio de una crisis personal bastante grande...pero me acuerdo de mi blog.