jueves, 5 de junio de 2014

Viviendo en Atenas: parte 1, situarse

Atenas es una ciudad de contrastes. Por un lado es la cuna de la humanidad y de la civilización europea, vio nacer el estado democrático, la filosofía y el gusto por las artes y las humanidades. Por otro es la capital de un país en crisis, que se cae a pedazos y que no deja de ser acosado por una Unión Europea en la que hay ciudadanos de primera y de segunda clase.
 
Instalarse en Atenas es un poco complicado. Los griegos son maravillosos, pero van a su bola. No entienden lo que es hablar en inglés, contestar a un correo electrónico o reservar un piso en una residencia. Aquí todo se hace de palabra y en griego y si te pica, te arrascas.
 
He tenido suerte, conseguí llegar a la primera a la residencia (barrio chungo como todos los de Atenas, ni un poco más ni un poco menos, con las calles levantadas y coches aparcados donde no se puede) y conseguí mi habitación sola. ¡Me encanta!
 
Estoy en el último piso, tengo una terraza espectacular que da a la calle y mi vecina es una de las españolas del grupo. Por ello hemos hecho una opa hostil contra una guiri que esta a mi lado y que tiene la fea costumbre de pasearse a hablar por el móvil por nuestras terrazas. Hemos colocado una cuerda de tender que la aísla de nuestra parte y vamos a sacar un sofá a la terraza, con su mantita y todo, las sillas del escritorio y una mesita del IKEA que había en una de las habitaciones. (y por las noches vamos a cenar allí, con velas) lo llamamos el proyecto chill-out, por ahora va viento en popa.
 
Para mi sola tengo, una nevera tamaño mediano que hace mas ruido que una barraca de feria, un fregadero y un extractor de humos. La encimera es enorme pero....falta la cocina. Se buscan hipótesis de donde esta. ¿Dónde están las llaves matarile rile rile...?
 
El baño tiene plato de ducha, pero no tiene cortina, eso es algo muy griego, no les molan, a ellos les gusta que todo el agua se desparrame por el suelo. Por eso el siguiente paso fue la llamada "operación mocho" que consistió en ir al super y comprar una buena fregona para recoger el suelo del baño cada vez que me ducho.
 
Y desinfectar el cuarto con lejía, eso por supuesto. No vaya a ser...y eso que yo me lo encontré muy limpio y con un montón de detalles colocados por el anterior inquilino, tengo percheros, detallitos en las cortinas y un dibujo muy mono de un barquito surcando el mar en el cristal del baño....
 
En fin, una pasada, por fin sola y en un sitio que me encanta...próximas entregas limpieza y curso de griego moderno (por fascículos)