viernes, 17 de octubre de 2014

Al diablo con las vacaciones de Pablo R. Nogueras

Este libro es un caso de originalidad al poder. El tema principal sucede en el infierno. Los siete  pecados capitales, hartos de siglos de trabajo, piden unas vacaciones al Diablo. Éste les concede a regañadientes una semana de asueto en un hotel a la orilla del mar a cambio de que aprovechen su estancia para vigilar a los humanos y buscar nuevas formas de tentarlos.

La secretaria del diablo, Perphydia, ha maquinado durante siglos para que, aprovechando esas vacaciones, se origine una rebelión en el infierno que derroque por fin al vago Demonio, que no hace mas que dormir y delegar su trabajo en sus abnegadas secretarias.

El libro sucede en dos escenarios paralelos, por un lado la rebelión en el infierno, con la liberación de los diablillos que se dedican a tentar a los hombres y los apuros  del Diablo por no poder ni salir de su despacho.

Por el otro, los Siete pecados capitales, encarnados en cuerpos humanos, pasan una semana de vacaciones en un hotel de playa donde se va a celebrar un amañado concurso de Belleza. 

A pesar de que este tipo de libros no son de mis preferidos reconozco que me he reído muchísimo. Especialmente con la parte del hotel, donde los pecados capitales se muestran en todo su esplendor. La Gula no hace más que ir al buffet a comer, la Lujuria persigue a las jovencitas, la Soberbia acapara todo el protagonismo del concurso mientras que la Envidia no para de vigilarla, llena de celos. La visión de los humanos es un tanto mezquina, todos buscan satisfacer sus propios intereses y no hacen más que méritos para acabar en el infierno.

Es una lectura amena para los amantes de la novela fácil y de risa. Es muy original en su planteamiento porque juega con el humor del infierno, los pecados y la maldad intrínseca de los condenados para dar un toque de humor a nuestras vidas humanas.

sábado, 11 de octubre de 2014

Dafnis y Cloe de Longo

Para la asignatura de prosa nos tenemos que leer varias lecturas. En la parte de novela griega de época helenística nos ha tocado Dafnis y Cloe y, como no la había leído antes he aprovechado para hacerlo antes de darlo en la asignatura.

La novela griega se caracteriza por su simplicidad y por su ñoñería en un ambiente pastoril. Dafnis y Cloe son dos adolescentes criados por dos familias de pastores, pero ninguno de los dos es de origen servil sino que ambos fueron recogidos como niños expuestos rodeados de joyas. 

Se crían juntos en el campo y se enamoran en su más tierna adolescencia, pero su amor es puro y casto, pues no tienen conocimientos sobre el amor. Tocan la zampoña juntos, cuidan a las ovejas y a las cabras y tejen guirnaldas de flores en un ambiente pastoril idílico.

La salsa de la historia la constituye los sucesivos raptos que surgen por su belleza. Que si llegan piratas, que si un noble se enamora de la belleza de Cloe, que si una mujer casada se encapricha de Dafnis... así como 5 raptos diversos hasta que se declaran su amor y deciden casarse.

Al final de la obra ambos descubren su origen noble y son reconocidos en la ciudad, acabando la obra en unas fastuosas bodas aunque ambos son mas felices en el campo y se escapan juntos a la mínima. 

En definitiva, es una novela muy simple. La historia no tiene ni pies ni cabeza y circula en torno a la inocencia del amor y la benevolencia de los dioses para con la pareja. Es entretenida de leer, pero no es una de las obras claves de la literatura griega.

En el fondo la novela fue en la Antiguedad una lectura ligera propia de la época helenística, cuando se crean nuevos géneros literarios y se promociona la brevedad de las obras y la difusión de las mismas. 

No tiene la fuerza de la furia de Aquiles y la desesperación del regreso de Odiseo o el intimismo de Safo, pero desde luego son mucho más fáciles de leer. 

Para Siempre de Susanna Tamaro

Susanna Tamaro es una escritora italiana de novelas muy sentimentales que conozco porque hace años a mi madre le regalaron un libro. Luego se lo dejó a mi abuela, que le encantó y la última que se lo leyó fui yo.

Ahora ha llegado a mis manos otro trabajo de la misma autora,que va en la misma línea.

En este caso es un joven médico que lleva años viviendo en el monte alejado de toda la civilización. Ha restaurado una casa y vive de sus cabras y del cultivo de su huerto. Su contacto con el mundo son los excursionistas que se pierden y los periodistas deseosos de contar su historia.

¿Cómo decide un médico dejar su profesión e irse al fin del mundo a reencontrarse con sus fantasmas? 

La pérdida de su mujer amada, cuando ambos van juntos de excursión pero cada uno en su coche junto con su hijo de dos años le provoca tal trauma que pasa años despreciando la vida y haciendo daño a quien le rodea.

Irse de la civilización y subir al monte supone un encuentro consigo mismo y con lo que significa perdonarse por los fallos. 

Es un libro muy cortito, muy intimista, donde el personaje principal expurga sus pecados fuera de donde ha cometido sus fallos. Quizá le falten a la historia más personajes. La historia de los padres queda un poco desdibujada, el padre es ciego y la relación con el hijo es un poco compleja, pero no se aprovecha demasiado esa circunstancia.

Lo he leído con placer pero creo que hay cosas que no han quedado bien concluidas en la historia. Algo que en general le suele pasar a los libros de esta autora.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Porque a veces lo importante es el viaje y no el destino

Hay un conocidísimo poema de C. P. Kavafis dedicado a la Ítaca de Odiseo. Un poeta griego rememora uno de los dos grandes poemas épicos de la Antigüedad. La vuelta del héroe a casa tras diez años de ausencia.

Aquí os lo dejo:

Cuando emprendas tu viaje a Itaca 
pide que el camino sea largo, 
lleno de aventuras, lleno de experiencias. 
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al colérico Poseidón, 
seres tales jamás hallarás en tu camino, 
si tu pensar es elevado, si selecta 
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. 
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes 
ni al salvaje Poseidón encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo. 
Que muchas sean las mañanas de verano 
en que llegues -¡con qué placer y alegría!- 
a puertos nunca vistos antes. 
Detente en los emporios de Fenicia 
y hazte con hermosas mercancías, 
nácar y coral, ámbar y ébano 
y toda suerte de perfumes sensuales, 
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas. 
Ve a muchas ciudades egipcias 
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente. 
Llegar allí es tu destino. 
Mas no apresures nunca el viaje. 
Mejor que dure muchos años 
y atracar, viejo ya, en la isla, 
enriquecido de cuanto ganaste en el camino 
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje. 
Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado. 
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, 
entenderás ya qué significan las Itacas.


A veces lo importante no es el destino, sino el viaje que recorremos y lo que vamos recogiendo por el camino. Es un poema dedicado a la experiencia de vivir, a los tropezones en la vida y al cambio que supone en nosotros el día a día. Todos tenemos una Ítaca a la que volver, pero esta Ítaca no es la misma a nuestra vuelta. Nosotros cambiamos con cada experiencia, y debemos aprender a disfrutar de cada momento de la vida. Porque la vida es aprender y enriquecerse, para volver a Ítaca, y sobre todo para disfrutar del viaje.

martes, 7 de octubre de 2014

Llovida del cielo de Alfredo Conde

Estamos ante una novela policíaca ambientada en Santiago de Compostela. Aparece una mujer muerta, desnuda a los pies de la catedral a unas horas claramente intempestivas y es descubierta por una beata.

Desde ese mismo momento el comisario ha de buscar al asesino e identificar a la muerta, al mismo tiempo que su mujer le echa de casa por una desavenencia con  el hijastro de ella.

Es una novela negra en clave de humor donde el pulpo, las sardinas, las fiestas del apóstol y el vino juegan un papel protagonista.

El comisario es un hombre con humor, que se toma con filosofía que le echen vilmente de casa y que trata de resolver el crimen con los pocos recursos de los que dispone la policía española. Es una novela muy ligera en la que no importa tanto el asesino ni la resolución del crimen sino el tono humorístico de la historia.

Supone una vuelta a la novela negra, que tan de moda está en estos tiempos. Si bien las novelas de Camila Lackberg enganchan al ser leídas, los comisarios son un tanto fríos. Para mi gusto son demasiado  listos y sobre todo, y a pesar de la presión mediática, tienen muchos recursos. Acostumbrada a vivir en un país donde el Ébola se puede expandir por desidia, donde no hay dinero para nada menos para ser robado y donde todo se hace tarde, mal y nunca esa resolución de crímenes a lo CSI se me hacen muy lejanas. 

Por ello me resulta simpática la descripción de la cutrez policial, donde sabe más el diablo por viejo que por diablo y la suerte juega un papel en la resolución de un crimen. 

Es bastante recomendable como novela ligera de verano, de esas que uno lee tumbado en la arena.

Cursos de Moodle rollazos

Mañana de martes. En lugar de ir a la segunda hora de literatura griega en prosa, asignatura que me encanta por cierto, me toca irme a un curso de iniciación a Moodle. 

Estos cursos me vienen bien porque son créditos solo para personal de la Universidad Autónoma de Madrid, por lo que solamente los puedo cursar ahora, son oficiales y nunca se sabe en un futuro si tener conocimientos en programas de docencia me dará puntos en un colegio pero:


  1. Son mortalmente aburridos: activar edición, desactivar, subir archivo, etc.
  2. La gente es muy torpe y se va lentísimo.
  3. En el fondo me gusta más ir a mis clases de grado donde se habla de Grecia, que es lo que a mi me fascina.

Por eso estoy aquí, martes por la mañana, haciendo el curso, a la vez que miro el correo, a la vez que escribo en el blog....que llegue pronto la hora de irme.

Cuando las gallinas mean de Susana Vissalli

Últimamente los libros que leo no me entusiasman demasiado. No ha sido el caso de "Cuando mean la gallinas" a pesar del título tan feo que tiene.

Leyendo el libro me he enterado que hay un dicho siciliano que dice "Los niños hablan cuando mean las gallinas" o en italiano "Li picciridi hannu a parrari quannu piscia la gaddina"

Es un libro muy cortito ambientado entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial en un pueblo perdido de Sicilia. La protagonista indiscutible del libro es Santa, una humilde mujer un tanto peculiar que se ve advocada a un desgraciado matrimonio de conveniencia con un primo segundo.

Su esposo está traumatizado por haber luchado en la Gran Guerra y paga con ella sus frustraciones. Santa da a luz a múltiples hijos deformes, y solo el primero le sobrevive, en un ambiente de desolación y con la presencia en la cocina de espíritus que se dedican a tormentar a Santa.

Santa tiene un don, se comunica con el mundo espiritual, y es un don que le da alegrías y sufrimientos al mismo tiempo. Es capaz de ver el futuro, de preveer muertes y de sentir a los que se han ido ya. Todo en medio del ambiente opresor de la Italia del sur profunda, donde abundan los chismes y se etiqueta a las personas por su comportamiento. 

Me lo he leido en menos de dos días. Estaba completamente enganchada con la historia. El personaje principal es fascinante por su estoicismo y su espíritu de vida en un mundo que la ahoga.  Quizá lo habría hecho un poco más largo, pues la historia da para mucho más y no llega a las 150 páginas.

Una pasada de libro, me ha encantado.