miércoles, 5 de noviembre de 2014

Los días que nunca vieron mis ojos de Unai Ramos Fernández

Los días que nunca vieron mis ojos es de esos libros que abres porque un buen día no sabes que leer y te da un poco igual el título, que por otro lado suena bastante pastelero y no nos dice de qué va el libro.

Nos cuenta la historia de Ángel, un famoso escritor de éxito en España, que, tras destapar una trama de corrupción política que lleva a una revolución social, sufre un fatídico accidente y pasa diez años de su vida en coma, para despertar en el 2023 en una sociedad que ha cambiado mucho y sin recordar nada del idilio amoroso que tuvo en sus últimos días con Ana. 

La historia discurre en dos planos, por un lado Ángel trata de recuperar su memoria en una sociedad dominada por el estado y donde se establece un férreo control de la población. Por el otro los capítulos se intercalan con los últimos días de vida de Ángel en el año 2013. Si bien la trama política solo se insinúa, la vida del autor corre peligro en todo momento, pues un grupo radical de derecha se ha propuesto liquidarlo.

Me ha gustado especialmente la parte de ciencia ficción, que es un género al que le voy cogiendo mucho gusto con el tiempo. Se nos apunta una sociedad nueva tras una revolución social, que ha caído en una especie de comunismo social, pero adaptado a las nuevas tecnologías. No existe el dinero y todo se controla con unos identificadores personales que leen los datos. Todo el mundo viste igual y trabaja en lo que el estado determina. La palabra que define este futuro es el color gris. Nada destaca, nada importa. La sensación de desesperanza que afecta al autor se contagia al lector del libro. 

Es muy difícil hacer trepidante una trama cuando sabemos que el personaje principal va a acabar en coma, pero Unai Ramos lo consigue. Todos sabemos que la conspiración va a triunfar, pero no sabemos cual es el momento justo y, si no fuese porque el libro va avanzando, la situación es tan casual que no es fácilmente adivinable por el lector. 

Lo único que no me ha gustado nada es una escena de sexo explícito clarísimamente heredada del éxito de "50 sombras de Grey" porque no pega nada con el tono del libro y, siendo justos, vale que haya sido un éxito de ventas y que los autores quieran vender, pero que todo libro actual tenga una escena de sexo guarro sobra, sobra mucho. 

Muy interesante, entretenido y con gancho. 

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