De nuevo estamos ante un bestseller que no conocía. A pesar de que se han vendido miles de libros de esta autora a mí solo me llamaban la atención los títulos un poco ñoños y las portadas coloridas. Me llamaban la atención pero no era capaz de identificar cuál iba primero y lo tuve que buscar en internet.
Colocado en su orden cada libro me dispongo a leer el primero. Los ojos amarillos de los cocodrilos trata la historia de una familia en sentido amplio. Niños, padres, tíos, amantes y familiares se entrecruzan en su insulsa vida llena de tejemanejes. La protagonista es Josephine, una madre enamorada a la que deja su marido por un amante y se queda con dos hijas adolescentes con las que le cuesta lidiar. Jo tiene una hermana pija y repelente y aburrida y pagada de sí misma (y un largo etcetera) que para escapar de su aburrida vida decide usar a su hermana como negro para escribir un libro.
Mientras el marido se va a Africa a criar cocodrilos, no pega con el resto de la historia pero es así.
En general puedo decir que aunque sea un libro ligero me gusta como está escrito. No es que haya una corrección en el lenguaje significativa pero el tempo del libro es muy bueno y engancha la historia. En el fondo es una historia de superación de una ruptura. La protagonista tiene mucho de princesa desastrada y madura y tiene que aprender a valorarse a sí misma. Por otro lado, cuenta con la ventaja adicional de ser historiadora y especialista en la Francia del siglo XII lo que a mi juicio le da un toque de sofisticación.
Me he dado cuenta que la alusión al escritor de libros es una constante bastante frecuente en las novelas. Se nos habla de los problemas del escritor, del agobio de la hoja en blanco, del éxito, de las entrevistas y un largo etc. Desde la Josephine de Mujercitas ( que comparte el nombre con la protagonista de esta novela) se nos ensalza la labor del escritor, de su manías y antojos, de sus anhelos de grandeza y de escribir una obra maestra. Yo me lo imagino de una forma distinta, más como un juego que como una realidad, más un canal de salida que una proyección de futuro.Pero en este caso parece que la escritora se atasca pero encuentra pronto las palabras y las suelta con especial maestría, creando un bestseller histórico que la hará rica.
Reflexiones aparte, es un libro que para los que no leen mucho no se hace nada pesado y les engancha poco a poco en el vicio de la lectura, que es uno de los propósitos de la novela ligera
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