Somos educados y cultos, tenemos estudios y hasta hemos acabado una carrera. Se nos supone duchos en el manejo de otros idiomas, además del inglés que es indispensable. No obstante, hay ciertas palabras que por su dificultad fonética o grafológica no logramos escribir bien sin dudar.
Ahí van las mías, horizonte me cuesta horrores ponerle la hace, hice no se por qué me sale con zeta, convenir ha sido en ocasiones desastrosamente representado con una mb (por lo menos esa regla sí la conozco) y ahora le toca el turno a maestría, que no sé si viene de maestro o de majestad y dudo como se escribe.
No se si es por dislexia o por vaguería pero nunca las logro recordar bien. No es que de pequeña se me diese especialmente bien escribir sin faltas de ortografía, es algo que pulí con los años y que me costó mucho conseguir, pero cuando parece que has llegado al culmen de tus conocimientos hay una serie de palabras puñeteras que se atraviesan.
Y porque nos ayudan a bajar nuestro ego de grandes mentes pensantes y superiores al resto, por la humillación que supone escribir una palabra con una falta que saltan los ojos, y porque de vez en cuando nos viene bien bajar a la tierra y dejar de pensar que somos la leche...por todo esto, un homenaje a mis palabras atravesadas,
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