Un famosísimo blog con el mismo título fue iniciado por estos dos amiguetes de toda la vida con la esperanza de volcar en la red recuerdos nostálgicos de su infancia. Tras el éxito cosechado consiguieron publicar una versión en papel con los mejores post.
Yo también fue a EGB se divide en pequeños capítulos donde se narran las vivencias comunes de todos los niños españoles de la época de los 70-80. La merienda, el vídeo para VHS, el uniforme escolar, las chuches o los grupos de moda son tratados con tanto cariño como con nostalgia. Es una lectura amena, que se puede hacer por partes, pues no hay un hilo argumental.
Yo no fui a EGB, de hecho tampoco soy de las primeras generaciones de la Educación Secundaria Obligatoria, pero hay cosas que tengo en común con la infancia de estos casi cuarentones niños.
Yo también ví en la tele a Susa y Barrio Sésamo, canté con Bom bom chip ( si bien Enrique y Ana ya se me sale de madre) y comí docenas de frigo pie. De hecho de las chuches piloto un montón pues mi abuela tenía un puesto de chuches y de helados Roine cuando era pequeña. Aun hoy en día, cuando lo cuento, mis amigos recalcan mi enorme suerte.
Por eso se diferenciar una nubecita de un melón de chicle y un caramelo vampiro de un pinta labios. Aunque muchas cosas se me escapan por edad, disfruto y aprendo de la visión de esos niños grandes.
He disfrutado del libro en medio del viaje, leyendo a trozos y sin necesidad de seguir un hilo argumental. Es un libro ligero, para nostálgicos, compuesto con las miles de anécdotas que sacamos cuando nos reunimos con los amigos de siempre a tomar cervezas y soltamos un ¿te acuerdas cuando eramos pequeños y...?
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