Novela romántica al canto. Novela para mujeres escrita por un hombre, con buen resultado todo hay que decirlo.
Todo el libro gira en torno a una reunión en un pazo aragonés entre cuatro amigas que llevan comunicándose por teléfono durante años pero que han pasado poco tiempo juntas. Se reunirán en casa de una de ellas para hablar de sus vidas y de sus familias. Todas tienen en común tres cosas; son seguras, están divorciadas o viudas y adoran los tacones rojos.
Como le dijeron a una de ellas de pequeña "¿Para qué quieres unos tacones rojos? ¿Para saltar en los charcos?"
He disfrutado mucho con la lectura del libro, pues cada una de las cuatro amigas lleva una vida fascinante después de haberse hecho a sí misma. Mi favorita es Clotilde, la más gorda y descarada, de lenguaje obsceno y glotonería impúdica. Es la viuda de un conocido diseñador de ropa interior y la que con más desenfado afronta la vida.
Un defecto que le encuentro al libro es la necesidad de anular al elemento masculino. Todas han sido mujeres casadas tontamente, bien por negocios familiares, bien por un enamoramiento pasajero y han sido engañadas. La muerte de los esposos es una liberación y supone el inicio de la vida creativa, llena de la holgura económica de la viudedad y de la libertad de no rendir cuentas a nadie. Y yo me pregunto ¿Es ese el único modo de libertad? ¿No se puede ser creativo dentro del matrimonio? ¿Si tan listas y capaces son....que hacían en su vida anterior además de aburrirse? Quizá la visión del hombre es un poco plana, lo que a veces hace poco creíble la historia.
Por lo demás es muy entretenido de leer y las páginas pasan volando. Los flash back a distintos momentos de la historia aclaran puntos importantes y enganchan aún más al lector.
Cuando se acaba el libro una siente deseos de tener los medios de estas amigas para quejarse de los hombres con la satisfacción del bolsillo bien lleno y de la hacienda bien administrada. Un poco fantasioso pero ameno, sin más.
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