Esta es una historia ambientada en la Edad Media en el camino de Santiago que se está gestando como centro de acogida de peregrinos de todo el mundo. El camino aún no está fijado y solo los más audaces invierten años de su vida recorriendo este sendero que comienza a ser famoso para expiar culpas propias o por encargo.
Es lo que hace un peregrino franco, enviado por su aldea por la llegada de una enfermedad. El libro nos cuenta su vida. Los años de peregrinación, los ladrones y las miserias, la desverguenza del clero y el abuso de los peregrinos.
Nuestro buen peregrino encuentra el sustento para su camino con la venta de reliquias de santos, con los correspondientes certificados falsos que un amigo morisco le proporciona.
El tiempo del libro se muy largo, pasan más de veinte años y algunas ciudades crecen en esplendor junto con la suerte de nuestros peregrino.
Aunque no esta mal como libro, no me ha parecido todo lo entretenido que podría haber sido. Está ambientado en una época convulsa, con la llegada de las pestes y la Reconquista (se sitúa la acción durante la vida de El Cid) pero eso apenas tiene importancia.
Los personajes musulmanes son demasiado descarados y desprovistos de toda religiosidad, y campan a su gusto usando el camino de Santiago.
Lo más divertido quizá es la visión que se nos da de un clero que pasa de vivir en el fin del mundo a recibir multitud de visitas. En principio el clero es responsable de la caridad para con los peregrinos, pero vemos como desde muy pronto se convierte en un negocio.
Estamos en un momento en el que la iglesia se esta formando, no existen las reglas monásticas fijadas, conviven juntos hombres y mujeres, hay sacerdotes que se casan o viven con sus familias y las monjas no viven aisladas. Es momento de herejías, de construcción de iglesias y de tráfico con huesos de santos.
Para todos aquellos peregrinos que, yendo hacia Santiago, se hayan sentido en comunión con sus hermanos de todas las épocas de la Historia, es una buena aproximación del suplicio que tuvo que ser en su momento completar esa promesa. ¡Que alejado esta del paseo que supone hoy en día! rodeados de albergues, cafeterías y farmacias con compeed en cada esquina.
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