Titulo raro...y libro también, aunque se queda en eso.
Lucas es un perro que se siente persona y que vive dentro de una familia que hace aguas. Mientras la madre le adora y le cuida está claro que el marido busca el divorcio y ha decidido rehacer su vida, y odia al perro, muchisimo. Lo odia tanto que cree que le espía, cosa que el perro hace ya que lo entiende todo, pero no puede comunicarselo a su dueña.
De hecho los celos platónicos contra el perro le llevan a abandonarlo, el pobre Lucas pasa un extenso periplo de vuelta a casa, si es que lo consigue.
Se trata de reflejar las miserias humanas desde el punto de vista de un perro, como somos los humanos, como nos comportamos, si somos humildes o despreciamos al resto. Desgraciadamente me recuerda demasiado a una novela juvenil que leí hace muchos años, Memorias de un gato tonto, que no es que me entusiasmase pero en ese momento me sorprendió. Ahora no.
A pesar de ser una amante de los animales creo que el libro ha pasado sin pena y sin gloria por mi haber, creo que los personajes son muy planos, o muy buenos o muy malos y se da una visión tan sesgada, la que puede tener un perro, que la historia es demasiado simple.
A su favor diré que la misma perspectiva del perro nos hace plantearnos preguntas y nos sensibiliza una vez mas sobre el abandono de los animales y la crueldad con la que se los trata, tema que aún no hemos asimilado del todo. Aún se ven perros abandonados en las cunetas, pese a las multas y las prohibiciones. Se nota que el autor es un amante de los perros y que se identifica casi más con ellos que con las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario