Último libro, al menos que haya llegado a mis manos de Albert Espinosa. La he cogido fuerte si, en menos de quince días me he leído todo del tirón, aunque en total no creo que haya llegado a las 500 páginas.
En esta historia se nos habla de una familia formada por cuatro hermanos, dos gemelos han muerto y quedan los dos mayores que prácticamente no se hablan. Su relación quedó marcada por el fallecimiento de la madre por una rara enfermedad cuando todos eran niños.
El segundo hermano vuelve a cuidar del díscolo padre que nunca les hizo caso en sus últimos días de vida. Este hermano aprovecha para reencontrarse con su pasado, con su familia, con sus miedos infantiles y trata de perdonar al padre carente de afecto.
Me ha gustado la historia, es sencilla simple pero muy emotiva. No es nada ñoña y nos adentra en los entresijos de los problemas entre hermanos de casi la misma edad, sus celos y envidias.
El padre había sido director de cine y el autor aprovecha para contarnos cosas que ha aprendido en los rodajes en los que él ha participado. Cada libro de Albert Espinosa es una pequeña historia sobre la vida, donde se desarrolla un aspecto del ser humano. Me he dado cuenta de que en sus libros nunca pasa mucho tiempo, son apenas una semana, dos dias, quizá se deba a que son libros muy cortos o a que se nos cuenta la esencia del momento. Hay muchos feedbacks y revivals, pero la acción sucede en un corto espacio de tiempo. Así es la vida, las cosas cambian en apenas unos segundos, pero podemos llevar años esperando a que nuestro destino cambie.
Muchas veces me pregunto cómo sería un libro en el que se hablase de la larga espera del personaje buscando un cambio, y no del momento en el que se produce. Probablemente sería un libro muy aburrido que nadie querría leer. Pero reflejaría realmente la vida.
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