El verano se acaba, hoy es el último día del verano y todos nos entusiasmamos con los nuevos propósitos. Yo soy de la opinión de que el año se inicia en Septiembre. Es el momento de la planificación, del cambio y de la lucha por la superación, mucho más que enero. En Septiembre decidimos apuntarnos a inglés, al gimnasio, juramos hacer deporte en casa e iniciamos dietas.
Este año lo comienzo llena de nuevos propósitos. Pese a la locura que sé que supone me he matriculado en el Grado de Ciencias y Lenguas de la Antiguedad, antigua Filología Clásica. Va a ser muchísimo trabajo, el profe de latín habla en latín, con eso lo digo todo, pero me va a encantar. También me he matriculado en Alemán, una asignatura que tenía pendiente desde hace dos años y que no he podido por circunstancias de la vida e incompatibilidad de horarios. Sé que es un idioma difícil y que me va a costar bastante. Seguiré con el Griego Moderno, si es que conseguimos seguir teniéndolo en la facultad. Y por último, puesto que voy a pasar el día allí y se me acaba el abono familiar en Rivas me he apuntado a las actividades deportivas de la UAM. Puedo acceder al gimnasio y a la piscina cubierta siempre que quiera y como actividad fija me he apuntado a Batuka. Durante todos estos años he ido a nadar sola a la piscina de Rivas. Pese a que soy una persona muy metódica y si digo que voy, voy, al final uno se acaba cansando de hacer lo mismo, sobre todo cuando es un deporte tan solitario. Tenía ganas de hacer algo con más gente, con un monitor y sujeto a un horario cambiante para poder conocer las caras. En estos años he ido a la piscina por la mañana y por la tarde y pese a conocer a mucha gente no haces un grupo al que te apetezca ver.
No descarto más proyectos, este es el año de las ilusiones y probar cosas nuevas. Por ahora estoy hasta arriba de trabajo, pero muy perdida en cuanto a la tesis...año nuevo, cosas nuevas que hacer.
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