Acabo de quemar todos los cartuchos de una escritora de éxito. Que yo sepa, Pancol no tiene más libros a la venta, al menos en castellano ( y no me veo yo lo suficientemente suelta para leer en francés) y que estén disponibles en formato electrónico.
Este es el libro que inspiró a la famosa trilogía, personalmente creo que es su primer libro y que no ha sido traducido al castellano hasta que los otros se han hecho populares.
En este caso se nos narra la historia de un grupo de amigos, 4 chicas y un chico unidos por haber vivido en el mismo bloque de pequeños. Sus historias son muy diferentes, una es huérfana, otro es de padres famosos, otra es rica y otra fue abandonada por su padre. Entre dos de ellos Clara y Rapha hay una historia de amor que dura años, desmembrada troceada y rechazada por ambos periodicamente pero a la que vuelven, porque en el fondo están hechos el uno para el otro. Todas las demás amigas sienten un poco de envidia ante este amor único.
Me ha gustado el personaje de Rapha, el artista bohemio y famoso que colecciona mujeres en su vida. Me ha encantado porque no es el típico artista, pese a la descripción que he hecho de él. Es todo una fachada que no va a ningún sitio y de la que él mismo se siente insatisfecho. Su alter ego, Clara, la dulce y buena, que se equivoca tanto y ha sufrido en la vida y espera ansiosa el final feliz con el hombre que ama de toda la vida.
El personaje más despiadado es Lucille, la bella rica y calculadora que no tiene un ápice de compasión por nadie, ni siquiera con sus amigas. Es la persona frente a la que todos nos sentimos acomplejados y admirados en el mismo porcentaje, a la que odiamos pero nos gustaría parecernos.
Lo más flojo es el final del libro, que tardaré muy poco en olvidar. He disfrutado más de la descripción de la psicología de los personajes, de su evolución y de la nueva forma que tiene esta autora de reflejar a las mujeres maduras casadas. Ya no son las eternas engañadas por sus maridos sino que ellas hacen lo mismo, dudan, aman a sus hijos y huyen de la vejez, buscan ser sexys....en definitiva, son complejas y tienen sus fallos como todo el mundo. A veces la literatura se olvida de crear personajes imperfectos, que son los más divertidos desde mi punto de vista.
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