La fundación Mapfre ha tenido la feliz idea de intentar acabar con las colas interminables de su fundación, que provocaban la decepción del visitante y en muchos casos que no acudiese a la exposición y permite reservar un porcentaje de entradas por Internet.
El porcentaje es muy pequeño y las entradas vuelan, por lo que las colas se repiten. No obstante, algunos rápidos o afortunados consiguen ir sin esperar cola, y disfrutar de la exposición con los pies frescos y no agotados de dos horas de cola en la calle en el frío invierno de Madrid.
Me considero afortunada pues conseguí entradas para la exposición Luces de Bohemia, la dedicada a impresionistas es imposible de ver, pues todas las entradas están siempre cogidas. Como las dos me llamaban la atención no me importó empezar por una.
Es una exposición simplemente exquisita. La temática es muy original, habla del mundo de la Bohemia en un sentido amplio. Tanto de los artistas creadores y de sus viviendas en los barrios de mala muerte rodeados de alcohólicos, ellos mismos, y prostitutas sino que dedica un espacio muy importante a un tema muy recurrente en su obra: el mundo de los gitanos vagabundos y en especial la figura de la gitana.
Se nos muestra la sensualidad que rodea el tema, la exaltación de la libertad y de las ideas propias y como se veía como un mundo libertino y de costumbres ligeras a una población que en la actualidad sigue las costumbres más conservadoras. Se pueden ver obras de distintas épocas y de distintos autores, pero ninguna sobra y todas son de excelente calidad. Otro punto a su favor son los carteles, que están muy bien escritos y dan información muy interesante y nada pesada.
Aconsejo esta exposición porque sorprende mucho al visitante, no se espera nadie ver algo así.
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