Nuestra vida está rodeada de números y datos. Todo son cifras, los días del mes, de la semana, la fecha de nuestro cumpleaños, el número de abono ...
Sin embargo hay gente que odia los números y se declara "de letras". Pues bien, yo soy de letras, pero no porque odie los números, sino porque hice una carrera de humanidades. No obstante me encantan los números. Adoro hacer cuentas, calcular probabilidades, hacer ecuaciones....me relaja un montón.
Hoy en el Máster hemos estado calculando porcentajes para una pirámide de población. La operación es muy sencilla y sólo contaba con la calculadora del móvil. He aprovechado para rememorar momentos de relajación en la E.S.O. cuando después de estudiar unas horitas me relajaba haciendo cuentas. Esto demuestra que no hay incompatibilidad total entre los que escogen un bachillerato con matemáticas con los que traducen del griego antiguo. Hay gente que huye de las matemáticas y de la física porque le falta la visión lógica y le cuesta mucho razonar. A otros simplemente les gustan más otras cosas pero no son incapaces de hacer una ecuación de primer grado.
En mi clase hay bastante gente que se escuda en su opción de ser estudiantes "de letras". Pero se contradice a sí mismo, al fin y al cabo la Geografía forma parte de muchas carreras de letras, Historia a la cabeza. Si no somos capaces de calcular el valor de x no estamos capacitados para casi nada.
Esto es una absurda apología de los números por parte de una historiadora, historiadora que aún recuerda con nostalgia los resultados de los problemas matemáticos, que son un número y punto, y no una larga discusión de análisis de fuentes en las que nos enzarzamos durante 10 años unas 50 personas en el mundo para no sacar una conclusión más clara que ésta; debemos seguir investigando en el tema.
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