Hay momentos en la vida en los que estamos a punto de explotar. Estamos llenos de obligaciones, eventos y demás que nos impiden sentarnos un minuto en el sofá.
Estoy en medio de uno de esos momentos, trabajo, Máster, Casa y mi padre en el hospital. Mañana me ponen los muebles del salón (veremos como va) a la vez que tengo que acabar un artículo antes de las vacaciones, escribir los trabajos del máster, preparar una conferencia...pufff
Muchas veces reflexiono sobre la diferencia entre la sensación que tenemos de agobio y el agobio en general. Hay personas que se agobian antes de empezar una tarea o incluso cuando se les juntan dos cosas. Sin embargo, hay personas que pueden con todo y nunca se quejan. Ahora mismo, más que querer quejarme lo que quiero es que termine.
No obstante, no puedo evitar soñar con hacer otras cosas ¿Soy una masoquista? No puede evitar fantasear con apuntarme a inglés para sacarme el ultimo nivel, con leerme las novelas de DUNE, o con ir a ver tal exposición. De alguna forma vivo planificando y llenando mi vida de obligaciones nuevas. Pero me gusta, me gusta mucho saber que tengo 10 cosas que hacer por delante, que hay que mirar tal cosa. Odio el hastío y la falta de actividades de ocio.
A pesar de todo lo que tengo que hacer y lo que tengo en el trabajo, hoy he cogido entradas para ir a ver la obra de El Brujo en los teatros del Canal. Una obra que se llama La Odisea, tiene que encandilarme al momento.
El día que se pasen las ganas de hacer cosas no quedará nada más que las parcas vengan a buscarme a cortar el hilo de mi existencia. Porque la vida está llena de cosas por hacer, por mucho que nos extrese, es la esencia de nuestra persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario