Esta es la primera novela en la que se profundiza en la relación homosexual pues la protagonista es una muchacha que vive en medio de un triángulo amoroso: por un lado está enamorada de una mujer casada y por el otro otra joven de su edad, trata de conquistarla.
El planteamiento es el típico de una novela romántica, en eso no debemos esperar novedades, hay espacio para los celos, las dudas, las llamadas telefónicas que no pueden realizarse. Nada lo distingue de una novela típica, pues Lucía, la mujer casada, lleva una doble vida.
La novedad quizá es que se plantea la culpa dentro de la relación adúltera. Lucía vive su homosexualidad en secreto, no solamente porque está casada con un hombre, sino porque se averguenza de confesar a su familia que le gusta una mujer. El paso que supone cambiar su vida, que parece ya asentada y dentro de las convenciones sociales, le impide dar el paso.
Por otro lado las lesbianas reconocidas viven su vida sin tapujos, a la vista de todos, aunque se nota que el ambiente de aceptación no es el habitual en todos los círculos. Es un mundo de mujeres, en toda la novela apenas aparecen varones, sus papeles son muy secundarios y sus personalidades muy poco complejas.
Me ha parecido muy original el nuevo planteamiento de una historia romántica en un mundo tan actual donde hay cabida para los móviles y el 3g. Se mezcla con el patente hecho de una sociedad que supuestamente acepta la homosexualidad pero aún se esmera por esconderla en un rincón y tratar de que "no se note".
Un fallo del libro es, a mi parecer, el final. No lo contaré por no estropearlo pero odio las historias inconclusas de esa manera, porque no aportan misterio al final ni dejan la historia abierta, simplemente no están acabadas.
No estamos en un libro de asesinatos y misterio, esto es una novela romántica, y la resolución de la trama parece esencial para que la historia tenga sentido. Aunque esto es solo mi opinión.
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