El planteamiento del libro me parece bastante atrayente. Una joven de la aristocracia de Cracovia queda embarazada del hermano de la que fue la amante de su padre justo antes de suicidarse. Su madre, preocupada por el honor de la familia y totalmente incapaz de amar a una hija con sangre de la amante de su marido decide abandonarla en un ambiente dorado en un convento de Francia. La niña nunca podrá ser reclamada, pero vivirá rodeada de lujos.
El bebé de delicada salud es llamado Amanda, recibe los cuidados de las hermanas y en especial de su nodriza Solange. Se nos describe la vida en un convento. El amor que le profesan las monjas y las rencillas internas. Amanda es una niña adorada por todos que ha de ir adaptándose poco a poco al mundo exterior.
Tras pasar su infancia en el convento la hermana Solange decide llevarla a casa de su familia en el norte de Francia. En el camino estalla la II Guerra Mundial con la consiguiente invasión de Francia por las tropas alemanas. La novela cambia por completo y pasa a narrarnos el universo femenino de la Resistencia. Parece bastante argumento si lo comparamos con el título del libro....que me parece un poco ñoño.
Es una historia que atrapa al lector, por la crueldad del mundo que rodea a una niña de corta edad, por las pasiones humanas que encierra y por la ambientación de la época.
Una pega que le pongo es que se olvida el libro con mucha facilidad. Historias del tipo se han contado muchas y pese a que es una delicia leerlo no nos deja mucha huella. Es una novela de verano, de esas que a mi madre le gusta leer en la playa oyendo el ruido de las olas. No es muy extenso y tiene mucho ritmo, típico para el verano.
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