Este año mis vacaciones se han concentrado en el mes de Julio. Por causas de mi pareja, que se ha cambiado de empresa y le quedaban solo dos semanas de vacaciones hemos empalmado todo y ahora que empieza agosto tenemos la sensación de que el verano expira.
Primero hicimos un viaje por Estambul y la Capadocia. Gracias a una oferta de internet pudimos permitirnos un viaje que suele ser muy caro y que llevabamos mucho tiempo queriendo ir. A la ida hicimos una escala de 6 horas en Zurich y como es una ciudad muy pequeña y al lado del aeropuerto fuimos a verla. En muchos sentidos los suizos son mucho mas civilizados.
Estuvimos en un parque comiendo, nosotros y otras cincuenta personas a lo largo de la mañana. Todo el mundo se llevaba sus bocadillos empaquetados, con envases de plásticos, pegatinas y demás. Todo el mundo sin excepción acababa de comer y tiraba los plásticos a la papelera. Cuando estuvo a rebosar la gente apretaba los restos para que entrasen...todo con la intención de no dejar nada en el suelo.
Luego estuvimos dando una vuelta y vimos el tradicional juego de ajedrez, que se hace con piezas gigantes de madera que se guardan en un arcón sin candado y que la gente coge cuando quiere y lo deja cuando acaba....cuando pienso lo que pasaría si fuese así en Madrid.
Lo que no me gustó tanto fueron los precios desorbitados de las cosas. Un menú de comida basura podía costar 20 euros, todo era tan prohibitivo que compramos comida en un supermercado. Aprendí a pedir cerveza en alemán pero no pudimos sentarnos en una de esas terrazas en las que la gente mira a la calle y no se miran entre si...supongo que lo que pasa en la calle es más interesante.
Tras esta prolongada escala conseguimos llegar a Estambul. Pero ese es otro episodio de mi viaje que dejo para más adelante....no podemos forzar a la musa a escribir constantemente.
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