Bajo pseudónimo, una supuesta enfermera del turno de noche comenzó a escribir sus vivencias en un blog que alcanzó gran popularidad, por lo cínico de las historias y por el realismo más absurdo de las mismas.
Siempre se alzan voces en contra de las redes sociales, del fin del beneficio de los autores y de la piratería que destroza las bolsas repletas de las "pobrecitas" editoriales. Estamos ante el caso inverso, un intento de compilar lo que ya es un éxito, un salto del mundo digital al papel.
Tanto éxito generó en la publicación de este libro, que ya cuenta con varias ediciones y secuelas (El tiempo entre suturas e incluso una versión para nuevas madres "Desayuno con lactantes"). Desde el punto de vista de una enfermera tiene que ser infinitamente más divertido, porque es la única manera de identificarse con cada una de las anécdotas sobre pacientes y maquinaria.
Desde la visión de una persona que no se ha dedicado jamás a sanidad, me ha parecido muy divertido. Se lee en una tarde porque pasa volando y aprendes a empatizar más con las pobres enfermeras que rotan turnos y han de atender con el sueño cambiado.
El humor cínico es la tónica general, desde el título, que evoca a la gran y obscura obra de Calderón de la Barca, hasta la más pequeña de las anécdotas, referidas a llamar "pijama" a los uniformes o a las leyes de Murphy del mundo sanitario.
Es un libro pensado para enfermeras, pero que cualquiera puede disfrutar.