Tras la vuelta de Atenas se me acumula el trabajo. Nueva dinámica en el trabajo, nueva vida, demasiadas nuevas cosas para escribir. Y tengo una larga lista de libros, porque el vicio de leer, ese a mí no se me pasa.
Debemos comenzar con un apunte sobre el conocido autor de Yo, Claudio, que pasó su vejez en España, dedicado a escribir en un entorno playero. Luego vino la famosa serie televisiva que hizo saltar a la fama la historia del emperador tartamudo. Pero Robert Graves escribió unas cuantas obras, tratando de novelar las teorías históricas en boga en el momento.
En este caso "La hija de Homero" sigue la teoría de un posible autor femenino para la Odisea. Esta postulación fue formulada en el siglo XIX y fue superada hace tiempo, pero cuando Robert Graves escribió este libro estaba en pleno apogeo. Yo misma encontré ese libro en la biblioteca Sackler, en Oxford. Leer "La autora de la Odisea" fue un placer. Nunca un libro lleno de polvo y olvidado en un rincón me había deparado tantos datos sobre el regreso de Odiseo.
La novela nos habla del proceso creativo de la joven Nausicaa, una doncella a punto de ser desposada que vive una lucha feroz por su mano en el palacio de sus padres. Los pretendiente deciden ocupar el palacio y forzar así a su decisión. Mientras tanto estos mismos pretendientes llevan a cabo una conspiración para destruir toda la línea masculina de su casa y hacer así al futuro marido el rey de la ciudad.
Nausícaa usa el nombre de muchos de sus sirvientes y su propia historia para reformular los poemas homéricos que hablan de una Penélope adúltera en Ítaca. Es el nostoi de Odiseo, su regreso, el que es convertido en un poema femenino, donde el mundo del hogar, del sacrificio y de las labores con las esclavas cobran protagonismo.
El libro es profuso en detalles y descripciones del mundo homérico, fruto sin duda de una profunda investigación. Se nota que Graves era un enamorado de Grecia y no renuncia a describir los múltiples escenarios conocidos y a tratar de imitar la manera de hablar homérica.
Nausicaa es un personaje lleno de fuerza y astucia, sacerdotisa de Atenea, la hará protagonista de su obra, la fiel aliada de Odiseo en los peores momentos.
El capítulo final de la obra, donde se justifica por los errores cometidos (los errores cometidos por Homero, las aliteraciones e incoherencias que aún hoy discutimos) es simplemente sublime.
Un libro muy recomendable para los enamorados de Grecia, por el tono, por la precisión y porque es el fiel reflejo de una teoría histórica que ha caído en el olvido, pero que tuvo su momento de auge.
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