Barcelona: 1949. Un momento en el que la guerra Civil aún esta presente, la resistencia de la ciudad, el exilio de los intelectuales y la terrible derrota.
El exinspector Miguel Mascarell ya esta jubilado, ha rehecho su vida con una mujer más joven, que en estos momentos esta de viaje y que no aparecerá en toda la novela.
Uno de sus mejores amigos y colegas muere en extrañas circunstancias y Miguel decide investigarlo usando sus antiguas habilidades como inspector.
Su amigo estaba metido en un turbio asunto, una visita de Franco a la ciudad se acerca y todo parece indicar que hay una conspiración para asesinarle en su paso por la plaza Cataluña...
Miguel se pasa los días previos a la visita del caudillo dando vueltas por Barcelona, redescubriendo los últimos meses de vida de su amigo y sus planes. Da con sus cómplices y empieza a entrar en la dicotomía de una ciudad de vencidos: por un lado los que están llenos de rencor y de culpas y esperan un cambio político inminente, y por otro los aparentemente felices con el cambio, adictos al régimen convertidos en apenas dos años.
Al ser una novela negra el inspector no para de buscar al asesino, pero lo realmente bueno de la misma es la atmósfera falsa que se respira en la Barcelona de 1949. Sea por parte de los nuevos entusiastas del régimen como por los castigados por el mismo, se respira la opresión. De una manera muy parecida a la maravillosa novela de Carmen Laforet "Nada" la gente tiene miedo de hablar, las conversaciones se dan entre susurros y nada es lo que parece.
Historia nuestra, acudes a nuestro recuerdo para mostrar los momentos más oscuros de nuestro pasado. Y yo cada vez desarrollo una afición más clara a novelas de la Guerra Civil española y la posguerra, cada día me parezco más a mi abuelo.
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