Hay libros que te persiguen y que, no sabes muy bien por qué no te apetecen leer. Mi relación con Las tres bodas de Manolita es: un libro que me quería leer desde que salió pero que estuvo durante meses en mis manos sin que me animase a empezarlo.
Lo han acabado antes mi padre y mi abuela, y por ellos ha sido que he acabado leyéndolo.
¿Resultado? Una auténtica delicia. Ambientado en el Madrid de la posguerra una joven llamada Manolita tratará de sacar a toda su familia adelante. No es la típica muchacha, su padre se ha casado con otra mujer, ambos acaban en la cárcel y se ve obligada a sobrevivir haciendo visitas de cárcel en cárcel.
Es lo que se llama una novela río, cada capítulo esta narrado por un personaje distinto que nos va ampliando la información que recibimos en el capítulo anterior.
He de decir que mi personaje favorito no es Manolita, me quedo sin ninguna duda con Eladia, la novia de su hermano. Eladia es el personaje que destila más fuerza en toda la novela. Es una mujer fuerte, enfadada con la vida y con mucho orgullo propio. Es la que se resiste a sus sentimientos, la que se autosostiene por sí misma sin la ayuda de nadie. La que más sufre, la que tiene un futuro menos esperanzador....
Almudena Grandes nos introduce también el tema de los niños de la guerra hijos de padres en la cárcel. Estos niños eran llevados a internados donde se les explotaba laboralmente en beneficio de un convento. Es un tema muy turbio, difícil de contar. Claramente a la autora le interesa el tema de la explotación laboral de los presos, la construcción de carreteras con mano de obra gratuita y todos esos temas que no acaban de salir a la luz pese a todos los años pasados.
En general he distrutado muchísimo con el libro y he aprendido mucho. Me han cautivado sus páginas, he llorado con los personajes y he sentido una pena inmensa por las desgracias de una guerra y una posguerra que tiñeron de odio los corazones de millones de españoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario