Con mi nuevo ebook me he propuesto no meter tantísimos libros, no porque pese más el libro....es la gran ventaja del formato digital, sino porque me cuesta mucho decidirme, a ver si lo consigo.
De entrada he metido muchos libros que tenia acumulados en el calibre y que no había leído, éste es uno de ellos.
Lo primero que he de decir es que hay libros destinados claramente para un público. Se piensan para un perfil de persona, que se va a sentir identificada y va a recomendar el libro a sus iguales. No considero que sea una virtud, ya que un libro debería emocionar a todos por igual. Algunos libros se destinan a un público en particular, como el público infantil o el público adolescente y llegan a ser bestseller leídos por todos. Es el caso de Crepúsculo, que originalmente estaba pensado para un público adolescente y saltó a la fama de tal manera que fue un super ventas y llegó a la industria del cine.
Nunca volveremos a ser las mismas esta destinado a mujeres cerca de los cincuenta años, divorciadas y acomplejadas. A mujeres de éxito que se sienten culpables por haber triunfado y no haber cumplido su papel de madres-amas de casa, para mujeres un poco hipocondríacas y protectoras de sus pollitos, para mujeres que ven su cuerpo engordar con los años y les horroriza la vejez....y un largo etcétera.
La protagonista es Maica, una abogada de éxito especializada en divorcios que adoptó justo antes de divorciarse a una chinita que ahora es una adolescente. A dos meses de cumplir los 50 años tiene una crisis existencial en toda regla. Una amiga le aconseja escribir un diario donde refleje todas sus frustraciones.
El libro tiene un punto muy positivo, y es el humor cínico que refleja. Hay pasajes en los que no puedes evitar reírte de la protagonista, de sus comentarios exageradísimos y de como critica al prójimo sin piedad. En ese sentido se disfruta mucho.
El gran punto negativo es que yo no tengo 50 años, ni estoy divorciada, ni tengo hijos, ni ese largo etcétera ya señalado. En definitiva, que no es el momento de la vida para leerlo. Probablemente me habría enganchado más si me hubiese visto reflejada con la protagonista.
Reconozco que es muy divertido, se deja leer muy bien, pero no provoca la sensación de....dios me lo llevo conmigo que me he quedado a dos velas!!!
Es una buena lectura para el verano, bajo la sombrilla en la playa o para amenizar los viajes en metro. No requiere mucha concentración y la trama es muy sencilla, por lo que también vale para antes de dormir, no importa cuan largo haya sido el día.
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