No sé muy bien como han llegado a mi kindle una colección interminable de novelas italianas. Historias ligeras, de corta duración, perfectas para los 15 minutos que leo antes de caer rendida.
En este caso el protagonista es un pobre desgraciado que se da cuenta de que su jefe le manda cada dos por tres a Milán porque se está acostando con su prometida. Obligado a cambiar su vida profesional y laboral, por motivos evidentes, acaba como redactor de una revista folletinesca "Macho men" que se dedica a hacer reportajes ligeros.
En una de sus "sesudas pesquisas" dará con Valeria, una mujer que imparte cursillos sobre como convertirse en el perfecto ligón. Por ello tiene un local donde acuden todos los desesperados por encontrar novia, y salen juntos a practicar en los centros comerciales.
¿El final? Más que predecible, pero la historia es graciosa. Las instrucciones de Valeria se basan en el convencimiento de que somos animales y nos movemos por instintos. Es un claro tópico pero da lugar a situaciones divertidas.
En cuanto al libro, ni esta especialmente bien escrito ni la historia es especialmente buena, pero es muy corto y se lee muy bien. Novela ligera, ni más, ni menos.
Es de esos libros que yo devoro en los viajes largos, cuando tomas un avión que va a pasar 5 horas en el aire y te vas a aburrir de dormir. O en una larga espera de aeropuerto, con el uso constante de la megafonía que te impide concentrarte en una lectura demasiado sesuda. Para eso están pensados estos libros, donde no tienes que pensar, ni siquiera prestar demasiada atención o incluso te puedes saltar 10 páginas y la historia sigue teniendo sentido.
Para los amantes de la lectura, siempre hay un momento para todo.